miércoles, 6 de abril de 2011

La Visión

Damián abrió los ojos sobresaltado. La oscuridad reinaba en el cuarto. Aún confuso, en la vigilia, no del todo despierto, creyó ver una oveja parada en dos patas, que, entre las sombras se le aparecía como un fantasma. Instintivamente y con la velocidad que el miedo le imprimía a sus movimientos, tomó la manta con ambas manos y se cubrió hasta la cabeza. El recuerdo de esa visión lo hacía temblar bajo las sábanas, sin embargo, allí oculto, sintiéndose mas seguro fue calmándose poco a poco logrando por fin, conciliar el sueño. Un sueño intranquilo, que lo hacía removerse inquieto en la cama.

No pasó mas de una hora hasta que despertó nuevamente, se incorporó y dirigió su mirada hacia donde anteriormente había visto aquella fantasmagórica aparición, esbozó una sonrisa cuando vió que la oveja seguía allí, pero esta vez recostada y durmiendo plácidamente.

“Era Ana” se dijo.

La oveja que vivía en el fondo.

Y notó con alegría que la apariencia fantasmal se debía al reflejo que producia en la ventana, la escasa luz de luna que se filtraba entre las nubes.

“En la mañana la voy a esquilar” pensó “por darme semejante susto”.

Esta idea hizo que sonriera, apoyó la cabeza en la almohada y con una carcajada, durmió feliz.

FIN

DAMIÁN ALEJANDRO ARIAS

HERNÁN HÉCTOR CERONI

25/03/2011