jueves, 17 de septiembre de 2009

Corre dijo la tortuga

Me obligo- mi ombligo
Por un momento estuve confundido, como Kung Fu en el camino diria chapa!
Despues me hicieron ver que es mejor disfrutar que sufrir las alegrias, vivir el momento, y no pensar en si es un error-
No pensar es dificil, quien pueda hacerlo que levante la mano, o que me escriba un comentario porque si levanta la mano no lo veo.
Pero insisto, dificil que la cabeza se detenga un segundo, mas aun cuando gira a mil revoluciones por minuto.
Cuando el pasado se nos acerca, se nos viene encima como una avalancha, no llega con una carta previa, se nos cae en la cabeza y cuando nos levantamos la primer reaccion es tratar de huir, despues nos sentimos aturdidos y confusos por el golpe, y finalmente intentamos poner en orden las ideas, no es que siempre se pueda, pero lo intentamos, tratamos de razonar, diciendonos que somos grandes, que somos seres racionales, y un monton de estupideces mas, creadas mas que nada para no mostrar sentimientos, para no abrirnos y no ser lastimados, es como la muralla que cada uno crea alrededor de ese castillo que consideramos corazon, y que intentamos hacer inexpugnable, claro está que siempre hay un alma dispuesta a asediarnos, a derribar nuestras murallas y finalmente conquistarnos, y a veces resulta mas facil porque entre las filas de defensores nunca falta un cleto cobos, que piense que la historia lo juzgara, y que abre las puertas al atacante, que no siempre llega con animos de conquista solamente, sino que a veces llega solo para mejorar nuestra metropli, introduciendo cambios, pero dejandonos seguir gobernando nuestro destino. Y ese es el conquistador que uno siempre espera, pero en nuestra ceguera y en nuestro miedo, normalmente corremos delante de nuestro destino, queriendo tontamente que no nos alcance, corremos y huimos de un pasado que es mas rapido, y que si bien nunca nos va a pasar, siempre nos alcanza, porque es inevitable.
Pero digo, en esta confusion, que ya no lo es tanto, cuando la tormenta pasa, y el cielo se muestra nuevamente claro, levantamos los ojos y agradecemos a Dios, y dejamos de correr, y empezamos a disfrutar con alegria, y vemos todo con mas calma, aunque no nos abandone la taquicardia, sabemos que no es de miedo, sino de alegria, y aunque se nos caigan los lagrimones, aunque sabemos que las tormentas siempre vuelven, tenemos esperanza, y nos detenemos, dejamos de correr, nos damos vuelta y esperamos que el pasado nos alcance, y con una sonrisa le damos la bienvenida, lo abrazamos y nos sentamos a tomar un cafe, como buenos amigos, levantamos el puente levadizo y nuestro corazon, otra vez dichoso de ver el dia, salta de felicidad.

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